Sean eternos los laureles

Le robamos la frase al himno nacional para hablar de una de las plantas más reconocidas del mundo. Su nombre científico ya habla de su abolengo: Laurus nobilis este arbusto es originario de la zona mediterránea y se le da mucha utilidad en las diversas cocinas del mundo y también tiene un uso medicinal reconocido.
La historia del laurel lo ubica en ya en la antigua Grecia e incluso hay varios relatos de la mitología griega donde se habla de esta fabulosa planta y sus hojas que sirvieron para homenajear o destacar a los consagrados.
Uno de esos relato habla de que la ninfa Dafne huyendo de uno de los dioses que la pretendía se convirtió en esa planta y fue Apolo el dios del sol, de la luz y la claridad, de la música y la poesía, de la integridad y el equilibrio quien consagró a la planta a su culto y la utilizó como símbolo de reconocimiento a la victoria, no solamente de la guerra sino también de la libertad. De ahí que en muchas sociedades el símbolo de la corona de laurel sea interpretado como la defensa de la libertad, sobre todo en occidente.
Se durmió en los laureles
Este dicho hace referencia a cuando alguien despues de algún cierto logro no se esmera o se esfuerza por mantener el nivel o superarse en ese sentido. La palabra laurel la llevamos con nosotros desde siempre y también en nuestros paladares porque forma parte de nuestra cocina heterodoxa hecha de tantos aportes migratorios. Fundamentalmente de la cocina italiana donde junto con la salsa de tomate rompe corazones a los amantes de la pasta.
Asociado a la suerte la riqueza y el amor en la antigua Roma se regalaba con esa creencia para que el agasajado tuviera fortuna o encontrara el amor, en nuestro tiempo la valoramos como una aromática que contribuye a la digestión que realmente agrega un sabor especial a nuestros tucos. Se nota que amo este sabor?
Cuenta con propiedades bactericidas, antisépticas y expectorantes, lo que lo hace ideal para tratar afecciones del aparato respiratorio. Además, ayuda a desinflamar. Es una planta diurética y sudorífica, que favorece la eliminación de líquidos y también de toxinas y de ácido úrico. Ya de grande aprendí que también quemando un par de hojitas secas sirve para irse a dormir más relajado, es una especie de incienso relajante.
Con pescado
Es muy rico acompañando el chupín y también es recomendable para cualquier salsa que necesite realzar su sabor. Pero me inclino por compartir la receta de un buen guiso marinero con pescados y mariscos, por este una receta de los trabajadores del mar con lo que se alimenta a la tripulación de marineros y de pescadores.
Por lo general en una sartén con profundidad u olla grande se comienza por el sofrito con aceite, cebolla y ajo, cuando se transparenta la cebolla se agrega sal, orégano, unas hojitas de laurel y el extracto de tomate; cuando la cebolla se doró y empieza a secarse el sofrito se pone los tentáculos de calamar y se guarda el tubo limpio para cocinar a último momento junto con el pescado.
Se cocina hasta que parece que se va a echar a perder la cocción, ahí se añade la salsa de tomate y se retoca de sal y picor. Pasados unos minutos se agrega pimentón para reforzar sabor y color.
Ya prácticamente cocido, se colocan el o los tubos de calamar y los trozos de pescado se deja cocinar unos 10 minutos más y luego de apagar el fuego se tapa y se deja en reposo otros diez minutos.
La tradición indica que quien recibe la hoja de laurel lava los plantos, en caso de empate uno hace café y el otro lava. Me fui con el pan a la olla. Ciao.
M.E.G.