Spaghetti alla Amatriciana


La pasta recomendada es la pasta larga o sea fideos como le denominamos aquí en Argentina. ¿Pero que pasta larga? A mí me gustan todas, pero hoy he decantado por los linguinis esos fideos finos y chatos que dieron nombre al joven y torpe chef de la película animada Ratatouille.
La pasta all’Amatriciana es un plato tradicional de pasta italiana elaborado con una famosa salsa a base de guanciale (cachete de cerdo curado) o en nuestro caso panceta, queso pecorino y tomate. La prefiero con vino tinto que acompañe y no compita con la salsa.
Cortamos la panceta en tiras y la incorporamos a una cazuela ancha.
Añadimos también la guindilla o peperoncino troceado y cocinamos hasta que la panceta esté dorada.
No es necesario añadir ningún tipo de aceite, a medida que la panceta de va dorando irá soltando su propia grasa. Tampoco añadiremos sal, ya que la panceta curada ya le aportará su parte.
Si queremos reducir algo el picor final del plato, podemos añadir la guindilla troceada pero eliminando sus semillas.
Cuando la panceta esté lista retiramos la grasa que pueda haber soltada, si está es en exceso.
Pelamos los tomates y los cortamos en daditos pequeños. Incorporamos los tomates troceados a la cazuela con la panceta y cocinamos 15 minutos a fuego bajo.
Mientras se cocina la salsa, coceremos la pasta.
Preparación de los linguinis
El primer paso es tener la salsa Amatriciana ya preparada antes de que los linguinis toquen el agua. La salsa siempre debe esperar a los linguinis y no al revés.
Calentamos en una cazuela un litro de agua por cada 100 g de pasta, es la medida recomendada por persona, excepto si tenemos apasionados/as por los linguinis o spaghetti en casa.
Estas proporciones, que normalmente vienen indicadas en los envases, ayudan a que la pasta no se pegue entre ella. Y siempre utilizaremos una olla grande, la mayor de tu cocina.
Cuando empiece a hervir a borbotones echamos 1 puñado generoso de sal, unas 2 cucharadas rasas por cada 500 gramos de pasta. Seguidamente añadimos la pasta, siempre toda junta.
Removemos con una cuchara de madera para que los espaguetis no se peguen y queden sueltos.
En el reverso del paquete de pasta viene el tiempo de cocción, debemos guiarnos por estas instrucciones porque para cada tipo es distinto. Así conseguiremos lo que se llama pasta «al dente» o en su punto justo. Es decir, que no se pase, aunque un gran consejo es probarla casi al final. Una vez transcurrido el tiempo la escurrimos inmediatamente y la juntamos con la salsa amatraciana. Apagamos el fuego y removemos bien para integrar pasta y salsa.
Servimos la pasta y espolvoreamos una pizca de pimienta negra en cada plato y una porción de queso pecorino rallado en el momento, podemos regar la pasta con un hilo de aceite de oliva virgen extra en cada plato, al gusto del consumidor. A comerrrr!
M.E.G.