No llega a los turrones

Por lo general se utiliza para sentenciar su final. “Este no llega a los turrones”, se suele decir cuando ya alguien ha agotado su crédito y su final de mandato se aproxima. Y al llegar las fiestas en este tiempo los dichos vuelven a tomar vigencia, en su mayoría están vinculados al sentido religioso de estos festejos.
La historia o costumbre de consumir turrones en los festejos navideños se remonta a varios siglos atrás y a nosotros nos llega de España donde se cree que fue una costumbre impuesta por los invasores árabes. El turrón tradicional se elabora a base de miel, azúcar, clara de huevo y almendras. Ingredientes típicos del Mediterráneo que se empleaban en la alimentación básica desde la Antigüedad Clásica. De hecho, se cree que los griegos los utilizaban para preparar una especie de pasta energética para los deportistas olímpicos.
Al igual que muchos dulces típicos españoles, se cree que el turrón tiene su origen en los tiempos del Al Andalus donde ya utilizaban estos ingredientes (miel, azúcar, clara de huevo y frutos secos) para elaborar dulces.
Existen documentos que prueban que el turrón ya era el protagonista de las celebraciones navideñas españolas en el siglo XV y XVI.
Origen incierto
Existen variadas versiones acerca del origen del turrón. Unas fuentes afirman que el turrón surgió tras un concurso propuesto por los árabes en el que se trataba de buscar un alimento nutritivo que se conservara en buenas condiciones durante una larga estancia y que fuera transportado fácilmente por sus ejércitos sin peligro de intoxicación.
Otras fuentes, afirman que el turrón surgió gracias a la elaboración por parte de un artesano de Barcelona, apellidado Turró, el cual realizó un alimento con materias primas abundantes de la región que sería un recurso indispensable en épocas de escasez y hambrunas. Los defensores de esta versión derivan en que el nombre de turrón nace del apellido de dicho artesano. Esta versión, a pesar de su aparente sencillez, es la menos respaldada.
El carismático jijonenco, Fernando Galiana, quien dedicó muchos años de su vida a estos estudios, establece que la palabra turrón procede de torrat, que era una mezcla de miel y frutos secos que se cocía directamente en el fuego para dar una masa consistente y fácil de manejar. Existen más versiones, pero estas son las más expandidas.
El argentino más famoso
Para este humilde cronista el turrón argentino por excelencia es el Mantecol, creado por los hermanos Georgalos y con casi 82 años de existencia y sus inicios fueron producto de la inspiración en la garrapiñada y el dulce halva, tradicional de Medio Oriente de donde era originaria la familia Georgalos.
Comenzaron a vender ese dulce desde su casa de Flores. Una vecina, les dijo que las planchas del dulce que tenían papel metalizado abajo y celofán arriba se parecían a “panes de manteca”. Así nació el nombre: Mantecol.
Detrás de esta marca hay toda una historia familia de exilio, desarraigo y da para que sea contada en una próxima nota. Nos vemos!
M.E.G.