La costa y la cordillera a full

Nada queda de aquel pueblo ferroviario pujante, punta de riel de la trocha angosta que unió el desaparecido poblado con la Colonia San Juan y la Estación Sosa, en inmediaciones de General Conesa, donde se producía la remolacha azucarera.

Estación General Lorenzo Vintter fue un caserío que albergó a varios cientos de personas en la década del 30 y del 40 mientras se mantuvo activo el Ingenio San Lorenzo, a orillas del río Negro.

Surgió, por un lado, como una escala en el Ferrocarril Roca, entre Viedma y San Antonio Oeste, en el ramal Constitución-Bariloche. 

Todo este trayecto sobre la ruta 1 se hace a nivel del mar tras pasar por algunos trechos de playas de acantilados la ruta vuelve a situarse a la misma altura que el mar y este comienza a transformar su color verde que muda a un turquesa llamativo y que se va a mantener hasta llegara a las playas del Puerto del Este, un puerto de aguas profundas que se utiliza para sacar la producción regional de frutas.

Una vez que el viaje ha llegado a este punto geográfico del Golfo San Matías uno puede observar enfrente de la costa del puerto del Este a la ciudad de San Antonio Oeste con su puerto para pesca artesanal, la planta de soda solvay emplazada sobre lo que los lugareños llaman “la mar grande” porque el agua entra por “la marea” que es donde está ubicado el puerto artesanal.

Más allá se observa Las Grutas, la playa masiva que acoge a los veraneantes de todo Río Negro y Neuquén, con contingentes de Chubut y Santa Cruz, los pintorescos cordobeses que se suman a quienes tienen sus casas en este balneario de aguas cálidas.

Estamos mirando desde el lado Este del golfo lo que es masivo y comercial, pero este geografía es la que eligen miles de viajeros en motor home, casillas rodantes, auténticos vivacs que disfrutan de este inmenso cielo patagónico. Unos 14 kilómetros de playas están al costado de la ruta asfaltado que termina en la terminal portuaria, en todo ese recorrido uno no deja de ver, todo tipo de vehículos acampando sobre la playa de conchillas. Colectivos adaptados, camiones, camionetas casillas, traillers, lujosas caravans con televisión satelital, poderes equipos de iluminación y demás lujos que se dan quienes eligen acampar en plena naturaleza.

Aquí es donde se encuentra la playa de aguas transparentes y cálidas que han bautizado como el caribe patagónico, una falsa caleta que está ubicada  a unos 6 kmts de donde está la playa de carga del puerto del Este. Un hallazgo que desde hace unos años se ha vuelto multitudinaria. Algo que en nada le conviene.

Bien, llegados a este punto del viaje nos vamos a quedar en la villa del puerto del Este para preparar una caldereta con productos del mar, un guiso marinero o una cazuela de mariscos. Estamos esperando a que caiga el sol para no sentir que desperdiciamos un solo minuto del astro.

Un guiso marinero

Compramos a unos pescadores artesanales una bolsa de langostinos y un balde de mejillones, que sumada a un merluzón del golfo constituía nuestro tesoro alimenticio. Hicimos un sofrito como para cualquier tuco, aceite, ajo, cebolla picada bien pequeña, sal pimienta, pimentón, orégano y en olla aparte cocinamos los mariscos, primero abrimos los mejillones con vapor y luego en el líquido que dejaron cocinamos tres minutos los langostinos agregamos vino blanco y colamos todo el líquido. Pelamos los mejillones, los langostinos y apretamos sus cabezas para que largue sus jugos concentrados ahí, el substratum de su sabor. Una vez logrado esto volvemos a olla del tuco y agregamos este caldo con todo su sabor y incorporamos los mariscos elegidos. 

Un estallido de mar en la boca!! Sé queres agregale sobre el final un puñado de perejil o de cilantro y lo servís con pan y el mismo vino que usaste para cocinar.

Espero que hayan disfrutado de este viaje de mar por la ruta 1.

M.E.G.