Cómo debemos combatir el "mal de la carne cruda"

“En la infancia el SUH es precedido por un cuadro de dolor abdominal y diarrea acuosa y/o sanguinolenta. Pueden asociarse vómitos y fiebre. En los últimos años, hubo una tendencia a adjudicar el SUH en forma casi exclusiva a la carne picada; y si bien esa es una fuente de transmisión, no es la única” explica.
García insiste en que “volvamos a remarcar que los vegetales crudos, el agua de recreación, el contacto directo con animales de granja y domésticos, la contaminación cruzada y las prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos también pueden serlo”.
Según el nutricionista “debemos tener en cuenta no sólo la vía alimentaria, sino también el contagio persona a persona por la vía fecal-oral, por ejemplo por cambio de pañales en jardines de infantes y por el uso de aguas recreativas (piletas, balnearios)”.
El SUH es una enfermedad grave que requiere internación, puede ser fatal y deja secuelas en un tercio de los niños que la padecen. Es una patología estacional, presentando la mayor ocurrencia de casos en primavera y verano, aunque se pueden producir casos en cualquier época del año.
Cómo prevenirnos del SUH:
- Cocinar la carne de vaca, pollo y las comidas que lleven carne picada o trozada (hamburguesas, empanadas, albóndigas, arrollados de carne, etc), hasta que no queden partes rojas o rosadas en su interior.
- No consumir leche sin pasteurizar, mantener las carnes refrigeradas y separadas del resto de los alimentos; después de manipular alimentos crudos debe lavar con abundante agua caliente y jabón sus manos, mesadas, utensilios, trapos rejillas, evite que entren en contacto alimentos cocidos con crudos.
- Use recipientes y utensilios diferentes (fuentes, cuchillas y tablas de cortar), para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lávelos minuciosamente entre uso y uso; si compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento, consúmala a la brevedad; recuerde que este producto se altera más rápido que un trozo de carne entera.
- No deje enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, colóquelos en heladera lo antes posible; lávese cuidadosamente las manos con agua caliente y jabón antes de preparar alimentos y comer; después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado mascotas; entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para su consumo.
- Lave las frutas y verduras minuciosamente, especialmente las que se consumen crudas. Descongele los alimentos en una bandeja en la heladera, en el microondas o cocínelos directamente, pero nunca sobre la mesada de la cocina. Utilice agua potable para beber, cocinar y lavar. De no contar con ella, usted puede potabilizarla hirviéndola durante cinco minutos o agregándole dos gotas de lavandina por litro, dejándola reposar media hora antes de su uso.
- Si usted presenta síntomas como diarrea, vómitos y/ o dolor abdominal evite manipular y/o preparar alimentos hasta que los mismos desaparezcan.