NEUQUÉN: Haus o casa o beber

El sibarita salió comer con una dama. La historia de cómo un plato te puede hacer feliz.

09 de diciembre de 2024 El sibarita flaneur
Captura de pantalla 2024-12-09 a la(s) 11.20.51 a. m.
Mollejas con gremolata de manzana verde y miel picante.

El tema es el siguiente, si bien soy un dandi hay cosas que me mueven. Resulta que hay una mujer que me interesa mucho. Tope de gama. Alta gama. Levante cristales, aire y sensor de estacionamiento. Un alemán: un Audi, o un Mercho o una Bemba. También puede ser un Alfa Romeo. El otro día vi un Giulia blanco… ¡Mamá! Qué tal los tanos compitiendo con los alemanes. Bueno, la cosa es que después de mucho insistir me aceptó una invitación. Se deben haber cancelado todos los vuelos, debe haber dejado su mascota en el veterinario y no debe tener internet, sino no habría chance.

Entonces me dije que para una mujer especial tenía que elegir un lugar especial. Un lugar a la altura de ella. Además me tuve que poner a estudiar un poco para poder seguirle el dialogo. Es como Netflix, elegís el tema y te aparece un catálogo. Por ejemplo seleccionas “el azar”. Y ella te habla de las películas de Woody Allen. O de “El jugador” de Dostoyevski o “La apuesta” de Maché. Y encima con idiomas. Podes seleccionar en inglés, creo también habla francés. A mí me tenes que subtitular porque sino no entiendo nada. Afirmo con la cabeza con cara de tener un full en las manos; pero en el fondo, tengo todas las cartas distintas y de distinto palo.

La elección. Cuestión decidí ir a Haus. Lo primero que pensé es que tenía un vínculo con la Bauhaus, no sé. Me dije la impresiono por ahí para no quedar tan lejos de su capacidad. Cuando llegamos le puedo hablar de la participación de los alemanes – de vuelta con los alemanes. Perdón. Bueno, pensaba hablarle de los alemanes en las vanguardias históricas y sus diseños eficientes. No se me fastidie, querido lector. Algo de cultura no viene mal. Un poco de joda y un poco de cultura. Encima, no se olviden que a mi me pagan por palabras. Me gane un párrafo y no dije nada. Volvamos a tomar ritmo.

El transporte. Quedamos que la pasaba a buscar. Cuando salgo habitualmente tomó alcohol así que no manejo, tampoco tengo auto. Encima vivo en el centro. Con lo cual la mayoría de las veces salgo a pie. Y ustedes vieron el tema ese del auto y el hombre, y pasar a buscar y abrir la puerta, etc. Suena anticuado pero todavía sigue vigente. Es como si el vehículo fuese una extensión de la masculinidad. 

Tenía un problema. Pero más bien personal. Ella es muy inteligente no creo que le importen esas cosas. La cosa es que con tiempo camine hasta una cochería que queda cerca de casa, hable con el encargado y comprometí el mejor remisse. No iba a llevar un alemán con tecnología de punta en un cacharro destartalado – de vuelta el alemán. 

Insisto es un tema de los hombres. De todos modos cuando la pase a buscar le explique que no conducía cuando bebía. Pero de alguna manera yo tenía razón, cuando la busque, y salió del edificio quedé con la boca abierta. Estaba despampanante. Un enterito, creo que ahora se llaman monos, de seda verde con flores. Una belleza incalificable. Me sentía un camión de Juncadella transportando una joya valuaba en millones de dólares. Una joya alemán ¡cuac!.

El lugar. Llegamos a Haus. Queda en Córdoba casi Independencia. Un local que antes era una casa, algo que sucede habitualmente en el centro neuquino. Entramos. Sorpresa. No tenía nada que ver con la arquitectura vanguardista, o sí, al extremo de la eficiencia. Cero. Cero a la izquierda. Como todos los lugares que últimamente fui: aspecto de cervecería o de bodgon moderno. Un poco – o mucho – frío. Marrón, negro y blanco, o marrón, negro y verde. Los decoradores neuquinos deberían… no sé. Anda faltando originalidad.

Espere señor Haus, no se me enoje. Estoy hablando de la decoración, nada más. Mesas de madera y hierro negro, todo medio juntito, con un banco en la pared que compartían las mesas que estaban cerca. Y una luz para cada sector. Lo que le daba cierto aire romántico. Pero nada más. Había bastante gente, por cierto. Un buen signo en los lugares que ya tienen su tiempo. Significa que por lo menos la comida no debe ser tan mala… o es muy barato.

A mí me cambio el ánimo cuando entré. Pero no soy de los que se sientan en un lugar y se van sin comer, me parece una falta de respeto. En este caso no estuve errado. Además de que tenía reserva. Por otro lado los cambios de planes, en las salidas gastronómicas un fin de semana, siempre salen mal. No encontrás lugar, te la pasas dando vueltas y terminas en cualquier lado. O donde vas te encontrás con el sujeto ese que no querías ver ni en figuritas.

Nos atendió un muchacho joven. Vestido como yo cuando salía a andar en skate. Bermudas, zapatillas Vans y medias tres cuartos cuadriculadas en negro y blanco. Inobjetable. Solo para describir mi error en la selección. Supuesto error, porque la cosa terminó bien. El mozo de primera. Además de que muy amable sabía de memoria la carta y había probado todos los platos. Fundamental para recomendar. Así es que de a poco la cena iba cambiando. 

Tema carta. Si salís sin celular te quedas sin precio. Ok eso de que con la inflación y le mer en voiture, pero ya no se cambian los precios todos los días. Además vas a “El tío” y todavía tiene la carta tipo carpeta con el logo en vinilo. ¡Que vuelvan los lentos! De todos modos no es cuestión de Haus sino de la mayoría de los restaurantes.

Comida y bebida. Pedimos dos cervezas como para distender. A ella me la imaginaba con un Martini. Uno siempre prejuzga. Cuando dije que quería una Sesion Ipa, ella se sumó. De Bruselas. Triada. Muy buena. Es que no le podes errar, es como las rabas. Igual prefiero en lata. Tiene más gas. 

Elegí yo la comida. Ella sabe a lo que me dedicó y quería que la sorprenda. Estuvo bien, si hablamos de libros, literatura o política me pasa el trapo. Fue indulgente. Hice un pedido que asemejaba a un menú de pasos, como me enseñó un amigo – casualmente el dueño de este medio. Antes no salía tanto porque cocinaba él. Ahora se nos fue a otra ciudad. ¡Volve, Cruz! ¡Volve!

Primero pedí el plato principal. Sí, sé que es al revés, pero yo leo el diario de atrás para adelante. Sorry. Un matambre de cerdo, con puré de zanahorias. No tenía margen de error, un matambre de cerdo es fácil, si me decis uno de carne bueno, pero uno de cerdo, no hay manera de tirarla afuera. 

Para beber un malbec reserva Lechuza, de viñedos San Sebastían. Bueno. Con sedimentos que te recuerdan la elaboración cuidadosa. Si tenes problemas dentales podes creer que la amalgama se te cayó en la copa. ¿El matambre? Bien, gracias. Estaba hecho a la plancha. Ni fu ni fa. El puré zafaba. El puré es comida de enfermo así que a mí no me pidan opinión.

Segundo plato, una provoleta con rúcula y peras al vino. La provoleta a la plancha va. Va mucho más que a la parrilla. No lo sabía. Se le hace una costrita con el aceite que es un manjar. Y con el vino el dialogo fluía, así que la cosa iba mejorando.

Maravilladas animadas de ayer y hoy. Y llegó el tercer plato. Y llegó la felicidad. Pedimos unas mollejas a la plancha. Venía con gremolata de manzana verde y miel picante. Cuando comencé a masticar esa textura grasosa con el crocante de la manzana se me liberó la dopamina como si en mi interior se hubiese roto una represa. Only placer. El summun del goce. Ya se había justificado la salida. Uno de los mejores platos que probé hasta ahora. Sí, fui feliz. Un plato me hizo feliz. Todo este cúmulo de palabras era para decir esto: Ese plato de mollejas con gremolata me hizo feliz. 

Al final Haus va. Fue una buena elección. Recomendable. Después me entere que la vedette es una milanesa extra grande, está bueno para el mediodía o para llevar, pero no creo que coincida con la calidad del chef. Si van pidan las mollejas. 

La cocina está abierta hasta tarde. Cuando terminamos de cenar seguía llegando gente a comer. Un detalle importante que demuestra buena predisposición. Hay que erradicar esa gesto burocrático de poner horario a la cocina, si está abierto te damos de morfar. Punto.

La cuenta. Y pagó ella ¿Qué tal? Pero no es que en la mesa se dio esa típica escena de dividamos, no sé qué, bla bla bla. Se levantó para ir al baño y sin decir nada pagó. Lo advertí cuando pedí la cuenta. Ni siquiera pude hacerme cargo de la propina, porque resulta que ahora también se puede pagar por Mercado Pago. ¡Señor Haus, no se olvide de dársela al personal! 

Ustedes se imaginan lo que significa para un dandi que su invitada le gane de mano en el pago. Pero bueno, los tiempos cambian. Lo bueno es que me dijo que la próxima pagaba yo, así que podríamos decir que vamos a tener otra salida.

P/D: Yo le explique a ella que había elegido el lugar por el nombre y todo eso de la vanguardia. Con cara de “Qué pobre burro”, me dijo Haus es casa en alemán o beber en hmong. “Antes esto era una casa, ¿Entendes? También tal vez porque es un restobar y la gente viene a tomar ¿Entendes? No me lo dijo, pero sé que lo pensó.

[email protected]

Lo más visto
bodegamalma-nqn

Bodega Malma de Neuquén recibe reconocimiento en los Premios Exportar 2024

Redacción Central
20 de diciembre de 2024

La Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), junto con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), celebró este lunes la 29.ª edición de los Premios Exportar, un evento que reconoce el esfuerzo de las empresas nacionales en posicionar sus productos y servicios en el mercado global.

Captura de pantalla 2025-01-07 a la(s) 10.33.07 a. m.

La 1ª Feria de Vinos en Cipolletti. Wine Lovers Patagonia Edición Río.

Redacción Central
07 de enero de 2025

El próximo viernes 14 de febrero, a partir de las 19:00 horas, se llevará a cabo la 1ª Feria de Vinos "Wine Lovers Río", en el Hotel y Casino del Río en Cipolletti. Este evento, organizado por Late Patagonia y Antociano catas privadas, promete ser una celebración única para todos los amantes del vino, combinando la pasión por la enología con una oferta gastronómica local que deleitará a los asistentes.

losamores.jpg

Los Amores desembarca en Neuquén con una propuesta única en helados

Redacción Central
06 de enero de 2025

La reconocida heladería "Los Amores", con más de 50 años de trayectoria en el país, inaugura una nueva franquicia en la ciudad de Neuquén. Ubicada en calle Illia 44, la apertura oficial será el próximo martes 7 de enero y promete ser un evento especial para la comunidad local, con actividades y sorpresas para todos los asistentes.

lagohermoso

Un regreso con sabor y estilo en la Patagonia: Malamado Lago Hermoso

Redacción Central
09 de enero de 2025

Uno de los destinos más destacados de la Ruta de los Siete Lagos, Malamado Lago Hermoso, reabre sus puertas con una propuesta gastronómica exclusiva que promete deleitar a residentes y visitantes de la región. Este emblemático lugar, ubicado estratégicamente entre Villa La Angostura y San Martín de los Andes, combina la belleza natural del Lago Hermoso con una experiencia culinaria de primer nivel.