Entre relanzamientos y estrenos de alto perfil, Bodega Kaiken renueva su universo de burbujas con una trilogía pensada para las mesas festivas: dos clásicos con nueva imagen y su primer Millésime, un espumoso de añada que celebra el tiempo, el origen y la paciencia como valores esenciales.
22 de diciembre de 2025
Redacción Central
Las fiestas invitan a descorchar algo más que botellas: invitan a detenerse, a brindar con intención. En ese espíritu, Bodega Kaiken presenta una propuesta que conjuga elegancia, identidad y método. Desde Gualtallary, uno de los terroirs más reconocidos del Valle de Uco, la bodega ofrece tres espumosos elaborados bajo método tradicional, donde la fineza de la burbuja y la expresión del origen marcan el pulso.
La línea está integrada por sus ya conocidos Brut y Brut Rosé, relanzados este año con una renovada identidad visual, y por una novedad que marca un antes y un después en la historia de la casa: el primer Kaiken Millésime, una etiqueta de añada que sintetiza una mirada profunda sobre el paso del tiempo y la calidad sin atajos.
Los espumosos de Kaiken nacen de viñedos de altura, trabajados con Pinot Noir y Chardonnay provenientes de zonas frías, donde la maduración lenta permite conservar acidez natural y precisión aromática. Esa materia prima, combinada con largas crianzas sobre lías y el método champenoise, da como resultado vinos de burbuja delicada, textura envolvente y gran profundidad.
“Es el origen el que define el carácter de nuestros espumosos, y el tiempo el que termina de pulirlos”, señala Juan Pablo Solís, enólogo de Bodega Kaiken. Y agrega: “Con el Millésime reafirmamos nuestra convicción de que los espumosos argentinos pueden jugar en una liga cada vez más alta”.
Kaiken Millésime 2017: cuando el año habla por sí solo
La gran novedad de la temporada es el Kaiken Millésime 2017, un espumoso elaborado únicamente cuando la vendimia lo justifica. No es una decisión técnica sino conceptual: sólo algunas cosechas merecen convertirse en testimonio del año.
La vendimia 2017 en Gualtallary ofreció condiciones excepcionales: uvas sanas, acidez equilibrada y un perfil ideal para proyectar un espumoso de larga evolución. El resultado es un vino de partida limitada, elaborado bajo método tradicional y con una crianza de 84 meses sobre lías.
En nariz despliega notas de pan tostado, frutos secos y frutas blancas maduras. En boca, la textura es cremosa, la acidez precisa y el final extenso y refinado, con una profundidad que deja en claro que el tiempo no pasó en vano.
Corte: 100% Chardonnay
Origen: Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza
Crianza: 84 meses sobre borras
Maridaje: ideal para beber solo, como aperitivo, o para acompañar pescados, mariscos, carnes blancas y platos con hongos o trufas.
Precio sugerido: $73.900
Con esta trilogía, Kaiken reafirma su lugar en el universo de los espumosos argentinos y propone burbujas pensadas no solo para brindar, sino para celebrar con elegancia y sentido.
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Entre relanzamientos y estrenos de alto perfil, Bodega Kaiken renueva su universo de burbujas con una trilogía pensada para las mesas festivas: dos clásicos con nueva imagen y su primer Millésime, un espumoso de añada que celebra el tiempo, el origen y la paciencia como valores esenciales.
